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¿Por qué te escondes?
En el Salmo 11 vemos a Jesús como el que lucha contra nuestros enemigos y es nuestro refugio.
¿Qué está pasando?
El salmo 11 comienza con una pregunta hipotética: «En el Señor me refugio; ¿cómo puedes decirle a mi alma: «Huye como un pájaro a tu monte»? (Salmo 11:1). La pregunta pretende demostrar que las amenazas de ruina que se ciernen sobre David no tienen sentido cuando considera que Dios es su refugio.
El resto del salmo nos muestra por qué David confía en Dios. David confía en Dios debido a dónde está Dios, quién es Dios y qué hará Dios.
Primero, David dice que no necesita temer a los malvados por el lugar donde reside Dios (Salmo 11:4 a). David apela a los dos extremos de la presencia de Dios. Dios está cerca de él y de su pueblo en el templo. Pero Dios también está por encima de todo y gobierna desde su trono en el cielo (Salmo 11:4 b).
En segundo lugar, David considera quién es Dios. Dios es bueno y se opone al mal (Salmo 11:5).
Tercero, David se refugia en Dios por lo que Dios hará. Dios castigará a los malvados con brasas ardientes y azufre (Salmo 11:6). Y Dios también traerá una bendición suprema a los justos (Salmo 11:7). La bendición suprema para los justos no es simplemente la protección, sino la presencia satisfactoria de Dios mismo.
¿Dónde está el Evangelio?
Jesús nos revela perfectamente dónde está Dios, quién es Dios y qué hará Dios.
¿Dónde está Dios? ¡Dios está con nosotros (Mateo 1:23)! El Dios que gobierna desde su trono en el cielo vino al templo de Jesús (Juan 2:21). Y después de levantarse de la tumba, Jesús ascendió de nuevo a su trono en el cielo y envió a su Espíritu Santo (Juan 14:16). Gracias a Jesús, Dios no solo está con nosotros, ¡está en nosotros!
¿Quién es Dios? Bueno, Jesús está a favor del bien y en contra de los malvados, y lo demostró en la cruz. En su muerte, Jesús nos muestra cuánto odia la maldad. La odia tanto que estuvo dispuesto a sufrir y morir para vencerla. También ama tanto la justicia que nos da su propia bondad (2 Corintios 5:21).
Por último, ¿qué hará Dios? Jesús enseñó que aún se acerca el último día del juicio para los malvados. De hecho, él será quien traiga el fuego (2 Tesalonicenses 1:7-8). Pero todos los que se refugien en Jesús verán el rostro de Dios (Apocalipsis 22:4). Experimentarán la intimidad satisfactoria de ver el hermoso rostro de Jesús (2 Corintios 4:6).
Compruébelo usted mismo
Rezo para que el Espíritu Santo abra tus ojos para que veas a Dios como un refugio por el lugar donde está, quién es y lo que hace. ¡Y que veas a Jesús como el que gobierna pero se acerca, que murió para vencer la maldad y que regresa para mostrarnos su hermoso rostro!