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Sacrificando a Isaac
En Génesis 22-23, vemos que Jesús es el hijo al que Dios no impide que sea sacrificado.
¿Qué está pasando?
Tras décadas de espera, ha nacido el hijo que Dios prometió a Abraham y Sara. Isaac es el único hijo de Abraham y lo ama mucho (22:2 a). Pero Dios le hace una petición imposible a Abraham para ponerlo a prueba (22:2 b). Dios le dice a Abraham que vaya a una montaña llamada Moriah y sacrifique a su único hijo Isaac.
Por fe, Abraham confió en que Dios haría algo para corregir esto (Heb 11:19).
Llevó a su hijo al monte Moriah, construyó un altar y lo ató (22:9). Con un cuchillo en la mano, Abraham estaba a punto de sacrificar a su hijo. Pero Dios lo detuvo llamándolo. Y cuando Abraham miró a su alrededor, vio un carnero atrapado en un matorral que luego tomó y sacrificó en lugar de Isaac.
Lo que Abraham dijo con fe antes de subir a la montaña resultó ser cierto: «Dios se abastecerá del cordero» (22:8).
¿Dónde está el Evangelio?
Lo que debería detenernos de lleno es esto: lo que Dios no exigió de Abraham, se lo exigió a sí mismo. Aunque el hijo de Abraham se salvó ese día, sabemos que el hijo de Dios, Jesús, no lo fue (Romanos 8:32).
Incluso más que Isaac, Jesús era el hijo especial y único de Dios (Juan 3:16). Incluso más que Isaac, Jesús era el hijo prometido de la línea de Eva y Abraham. Incluso más que Isaac, Jesús fue el hijo por medio del cual todas las naciones serían bendecidas y el plan de Dios se realizaría.
Muchos hacen una pregunta similar a la luz de esta historia y de la cruz. ¿Cómo pudo Dios permitir que mataran a Jesús?
No fue una prueba para Dios, como lo fue para Abraham. Dios no necesitaba ser puesto a prueba. En cambio, fue un testimonio para nosotros. Así como el hecho de que Abraham estuviera dispuesto a sacrificar a su hijo demostró su temor a Dios, el sacrificio de Jesús demuestra el amor de Dios por nosotros (Romanos 5:8). Dios nos ama tanto que estuvo dispuesto a hacer por nosotros lo que ni siquiera le pidió a Abraham que hiciera.
En palabras de Abraham, Dios se proveyó el cordero.
Compruébelo usted mismo
Rezo para que el Espíritu Santo te dé ojos para ver al Dios que siempre nos proporciona un sustituto cuando más lo necesitamos, y para que veas a Jesús como el único hijo de Dios que no se salvó, sino que dio su vida por la tuya.