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Creación
En Génesis 1-2 y en la historia de la creación, vemos que Jesús no se parece a ninguna otra «figura religiosa» y que el cristianismo no se parece a ninguna otra «religión».
¿Qué está pasando?
Los primeros capítulos del Génesis hablan de la creación del mundo. Pero lo que nos muestran es cómo Dios es diferente de todos los demás dioses del mundo antiguo.
El pueblo judío no era el único que tenía una historia sobre cómo se hizo el mundo. Y una de las cosas que están haciendo Génesis 1-2 es separar al único Dios verdadero de los dioses falsos.
En los relatos de la creación de otras culturas, los dioses hacen cosas terribles e inmorales que hacen que el universo se cree casi por accidente.
Sin embargo, el único Dios verdadero crea el mundo a propósito, a partir de su pureza y simplemente hablando su palabra (1:3).
En las religiones paganas, diferentes dioses estaban sobre el cielo, el mar y la tierra.
El único Dios verdadero es el creador de todo esto (1:10).
En las religiones paganas, los humanos también son el resultado de las acciones accidentales de los dioses.
El único Dios verdadero crea a los humanos intencionalmente y los hace a su imagen (1:26).
Otros mitos de la creación de esta época retratan a las mujeres como inferiores a los hombres o incluso como una maldición para los hombres. Pero en el Génesis, Dios crea al hombre y a la mujer a su imagen (1:27). De hecho, la única vez que Dios dice que algo no es bueno en estos dos primeros capítulos es cuando dice que no es bueno para el hombre estar sin la mujer (2:18). Además, a diferencia de los dioses paganos que no quieren tener nada que ver con los humanos, el único Dios verdadero les dice a los primeros humanos por qué existen. Su propósito es multiplicarse y llenar la tierra (2:15). Al hacerlo, tomarían la imagen de Dios y cubrirían el mundo entero con su presencia. Mientras tanto, disfrutarían de la provisión y la presencia de Dios en el jardín.
Finalmente, a diferencia de los dioses paganos que siempre causan más problemas con su interminable obra malvada, el único Dios verdadero descansa después de haber terminado de crear porque toda la obra está hecha (2:2).
La apertura de la Biblia nos da una imagen del mundo y de Dios que no se parece a nada que se le ocurra a las religiones creadas por el hombre.
¿Dónde está el Evangelio?
Sorprendentemente, el Nuevo Testamento va un paso más allá. Nos dice que todo lo que leemos en Génesis fue creado por la Palabra de Dios que se hizo carne en Jesús (Jn 1:1).
El Dios que hizo a los humanos a su imagen es el Dios que vino a imagen de los humanos.
La venida de Dios a nosotros en carne y hueso es, en última instancia, lo que separa al cristianismo de cualquier otra religión. En todas las demás religiones, estamos separados de Dios o de los dioses o del reino espiritual y debemos realizar una serie de rituales o buenas obras para llegar a ellos.
Pero en Génesis 1, vemos que nuestro Dios es diferente. El que hizo todo, no solo nos hace a su imagen, sino que se hace a sí mismo a la nuestra. Él viene a nosotros y cumple el propósito dado a Adán y Eva (Mateo 28:19) para que podamos regresar al jardín y estar en la presencia de Dios. Al hacerlo, Dios nos ofrece el descanso que experimentó el séptimo día de la creación, porque todo nuestro trabajo está completo en Jesús (Hebreos 4:9-10).
Compruébelo usted mismo
Oro para que el Espíritu Santo les muestre un Dios que es diferente de cualquier otra cosa en el universo y para que vean a Jesús como la Palabra que hizo que todas las cosas existieran, que también se hizo como nosotros para poder traernos la presencia de Dios y llenar la tierra con su imagen.