Números: 1:1-1:46

¿Qué está pasando?

Los números no tienen que ver con números. Es una historia. Es la historia de Israel viajando por el desierto para llegar a la Tierra Prometida.

Una de las cosas más importantes que debemos recordar constantemente en este pasaje y en todo el libro de Números se menciona en el primer versículo. Dios le habló a Moisés en la tienda (1:1).

Y lo primero que le dice a Moisés que haga es hacer un censo, que cuente a la gente (1:2). Pero no se le indica que cuente a todas las personas, solo a los hombres mayores de 20 años. La razón de esto es porque Israel está a punto de partir hacia la tierra que Dios les prometió. Pero es una tierra habitada. Dios está preparando a estos hombres mayores de 20 años para la guerra.

Cuando se hace el recuento, descubrimos que hay más de 600.000 hombres en edad de luchar (1:45-46). Eso significa que debe haber más de 2 millones de personas en todo el campamento de Israel. Esa es una cantidad enorme de personas. Pero es una señal de la promesa de Dios.

En el primer libro de la Biblia, Génesis, Dios le prometió a Abraham que convertiría a sus descendientes en una nación tan grande que no se pudiera contar su número (Génesis 15:5). Pero al final del Génesis, cuando se dirigían a Egipto, los descendientes de Abraham sumaban un total de 70, lo que no es un número incontable (Ex 1:5).

Sin embargo, su número pasó de 70 a 2 millones en unos pocos cientos de años. ¿Cómo es posible? La respuesta a esa pregunta es lo que plantea esta larga lista de números y nombres. La fidelidad, la participación y el poder milagroso de Dios se demuestran con datos contundentes y fríos. Ha sido fiel a sus promesas. Ha convertido a Israel en una gran nación.

Pero este no es el final de la promesa de Dios. ¿Cómo sabemos esto? El número es contable. La promesa era que Dios haría de Abraham un número incontable de descendientes (Génesis 22:17). Por lo tanto, estos 600 000 son un anticipo de la promesa final y completa de Dios.

¿Dónde está el Evangelio?

¿Dónde se cumple finalmente y por completo la promesa? En Jesús. El Nuevo Testamento nos dice que todos los que creen en Jesús son hijos e hijas de Abraham (Gal 3:7). Al enviarnos a su hijo, Dios nos adoptó en su familia, a costa de la vida de Jesús (Gálatas 4:4-5). ¿Cuántos cristianos hay en el mundo hoy en día? ¿Cuántos ha habido a lo largo de todos los tiempos? El número es incontable, excepto por Dios.

Y ahora, esta incontable nación de cristianos de todo el mundo está llena del espíritu de Dios como lo hizo Israel en el tabernáculo (1 Cor 3:16). No avanzamos hacia una guerra física, sino hacia una guerra espiritual (Ef 6:12). No estamos librando esta guerra para recuperar un pedazo de tierra en esta tierra, sino para invitar a todos los que quieran escuchar a la verdadera Tierra Prometida: los cielos nuevos y la tierra nueva en los que habitaremos con Dios para siempre (2 Co 10:5).

Compruébelo usted mismo

Rezo para que el Espíritu Santo les dé ojos para ver al Dios que cumple sus promesas, y para que vean a Jesús como quien tomó el pago inicial de los descendientes sobre el que leemos en Números y lo convirtió en la incontable suma de cristianos que Dios ha salvado a lo largo de todas las generaciones.