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Testigos presenciales de Jesús
En Lucas 1-2 vemos que el mensaje de la muerte y resurrección de Jesús es históricamente confiable debido al testimonio de muchos testigos.
¿Qué está pasando?
Las palabras iniciales de Lucas nos dicen lo que estamos a punto de leer: testimonios de testigos presenciales que nos dan la certeza de que Jesús es el Mesías (Lucas 1:4).
Los primeros testigos presenciales son Zacarías y María. Ambos reciben increíbles promesas de Dios a través de un mensajero (Lucas 1:11, 26). Un ángel anuncia a ambas familias que tendrán hijos en circunstancias imposibles.
Isabel quedará embarazada después de décadas de infertilidad, y María (una virgen) dará a luz al Hijo de Dios (Lucas 1:18, 27). Juan estará lleno del Espíritu Santo y Jesús nacerá por causa del Espíritu Santo. Juan cumplirá un papel profético como Elías, y Jesús será un rey como David, y su reino no tendrá fin (Lucas 1:66).
En conjunto, las historias de nacimiento nos dicen que el ministerio de Juan preparará a Israel para Jesús. Y el ministerio de Jesús preparará a Israel para el Reino de Dios.
Los eventos milagrosos que rodearon el nacimiento de Jesús lo demuestran. Un ejército de ángeles anuncia el nacimiento de Jesús a unos pastores pobres, quienes ven, se alegran y actúan como los primeros testigos del nacimiento de Jesús (Lucas 2:9).
Unos días más tarde, Simeón y Ana se encuentran con Jesús en el templo y alaban a Dios por el niño, cantan sobre él y hablan de «la redención de Jerusalén» (Lucas 2:28).
¿Dónde está el Evangelio?
Ninguno de nosotros quiere creer mentiras. Lucas nos muestra que nuestra fe tiene una base firme en los acontecimientos históricos registrados y en el testimonio de testigos presenciales. Y todos los testigos de Lucas declaran lo mismo: Dios ha venido a rescatar y a salvar.
Gabriel llama a este niño «el Hijo de Dios» (Lucas 1:32). El ejército angelical lo llama «Salvador», «Mesías» y «el Señor» (Lucas 2:11). Simeón lo llama «la salvación de Dios» (Lucas 2:30). Y en una última historia de su niñez, el propio Jesús se refiere al templo de Dios como «la casa de mi Padre» (Lucas 2:49)
Estas buenas noticias no son solo para Israel. El ejército angelical anunció que esta es una buena noticia de gran alegría para todo personas. Simeón canta que Jesús será una luz para los gentiles (Lucas 2:32).
Lucas acaba de comenzar su relato del Evangelio, pero ya nos señala el impacto global de la vida, muerte y resurrección de Jesús, históricamente verificables. Estas son buenas noticias para que todos las escuchen.
Compruébelo usted mismo
Que el Espíritu Santo abra tus ojos para ver al Dios que recuerda y cumple sus promesas. Y que veas a Jesús como el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.