1 Timoteo 4

¿Qué está pasando?

Desde el jardín del Edén, las personas han sido engañadas por espíritus malignos. Jesús advirtió que las mentiras de los demonios serían una característica de la vida en la Tierra (1 Timoteo 4:1; Mateo 24:24). Así que el apóstol Pablo le dice a Timoteo que persevere y resista.

Tal vez apelando a la historia de la creación, un nuevo grupo de maestros prohibió el matrimonio y ciertos tipos de comida (1 Timoteo 4:3a). Pero Pablo dice que todas estas doctrinas no son más que mitos (1 Timoteo 4:7). Dios creó el mundo para que lo recibiéramos con alegría, no para abstenernos de él con escepticismo (1 Timoteo 4:3b). Todo lo que Dios hace es bueno y digno de recibirse y agradecerse (1 Timoteo 4:4-5). La negación física y la formación que estos maestros exigen no valen la pena en comparación con la verdadera piedad y la vida eterna que promete (1 Timoteo 4:7-8). Timoteo debe perseverar, trabajar y hacer todo lo posible para alimentarse solo de las verdades de las Escrituras y de la buena noticia de Jesús (1 Timoteo 4:6). La única esperanza para un mundo que muere bajo el peso de sus mitos es la noticia de que existe un Dios vivo que es el Salvador de todas las personas (1 Timoteo 4:10).

Pablo luego cambia su atención de los falsos maestros a Timoteo y su enseñanza (1 Timoteo 4:11). A pesar de lo que dicen sus oponentes, la juventud de Timoteo no lo descalifica del liderazgo. Timoteo debe continuar liderando como un ejemplo de fe, amor y pureza (1 Timoteo 4:12). Timoteo también debe perseverar por medio de la lectura pública, el aliento y la enseñanza a través de las Escrituras a pesar de la oposición (1 Timoteo 4:13, 15). Siendo diligente para proteger su carácter y perseverar en la enseñanza de las Escrituras, Timoteo se salvará a sí mismo y a su iglesia de las mentiras de los falsos maestros (1 Timoteo 4:16).  

¿Dónde está el evangelio?

Es fácil infravalorar la resistencia. Dar pasos pequeños y privados hacia la pureza, la fe y el amor parece intrascendente cuando te difaman públicamente. Predicar otro sermón en domingo mientras a tu gente se les comunican mentiras sin cesar a través de Internet parece inútil. Pero Pablo nos dice que la perseverancia en la devoción y la verdad salva.

Las mentiras de los demonios y los mitos que los poderosos se contaban entre ellos mismos incitaron a las turbas que terminaron por linchar a Jesús (Lucas 23:21-23). Pero Jesús perseveró. Él no respondió a la crueldad con crueldad. No respondió la impiedad con ira. Sin embargo, al igual que una oveja dispuesta llevada al matadero, él murió como sacrificio por aquellas personas agitadas por el demonio y sin Dios (Isaías 53:7). Pero, por medio de su perseverancia, Jesús salvó tanto a sí mismo como a su Iglesia. Jesús es el Dios vivo que murió, resucitó, vive para siempre y que puede salvar a todas las personas (1 Timoteo 4:10). Jesús es la única Verdad que importa (Juan 14:26).  

Jesús les dijo a sus discípulos que si perseveraban en él y si permitían que su Espíritu de la verdad los llenara, les diría “lo que está por venir” (Juan 16:13). Y lo que está por venir es la salvación para todos los que perseveren en la piedad y la verdad (1 Timoteo 4:10). Tanto la salvación de las mentiras malignas que se han arremolinado desde el jardín del Edén como la salvación hacia una vida eterna donde solo hay verdad, y donde las mentiras se silencian para siempre.  

Compruébalo tú mismo

Que el Espíritu Santo abra tus ojos para que veas al Dios que es la Verdad. Y que veas a Jesús como aquel que soportó la cruz para salvar a su pueblo de la presencia y el poder de las mentiras.