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Jesús es todo lo que necesitas
En Colosenses 1:1-2:5 vemos que en Jesús tenemos todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana.
¿Qué está pasando?
Algunos líderes de la iglesia de Colosas dudan que el apóstol Pablo les haya dicho toda la verdad. Han comenzado a enseñar que, además de confiar en Jesús, se necesitan otras prácticas espirituales para experimentar la plenitud de Dios (Colosenses 2:4). Preocupado, Epafras, el fundador de la iglesia de Colosas, visita a Pablo, que está encarcelado, para pedirle consejo. Le habla a Pablo sobre todo lo bueno que ve en su iglesia, pero también le menciona la enseñanza que sus líderes están difundiendo (Colosenses 1:7-8). La carta a los colosenses es la respuesta de Pablo.
Pero antes de abordar los problemas de Colosas, Pablo enfatiza el panorama completo de todo lo que Dios ha hecho por ellos. Pablo agradece a Dios por la fe de los colosenses (Colosenses 1:3). Son fieles, amorosos y esperanzados en la buena noticia de que Jesús murió, resucitó y regresará pronto (Colosenses 1:4-5). Y en vez de llenar sus vidas con nuevas formas de agradar a Dios, Pablo reza para que los colosenses se llenen del Espíritu Santo de Dios (Colosenses 1:9). Lleno del poder de Dios, Pablo también confía en que vivirán vidas que agraden plenamente a Dios (Colosenses 1:10-11).
En lugar de experimentar con la plenitud en otro lugar, los colosenses deben recordar y estar agradecidos de que Jesús es el Rey. Jesús ha rescatado a los colosenses del dominio de la oscuridad y les prometió que serían los herederos legítimos de su eterno reino de la luz (Colosenses 1:12-13). El Rey Jesús también ha perdonado los pecados que cometieron en el pasado (Colosenses 1:14). Hasta el momento, los colosenses no han hecho nada para experimentar completamente lo que el Rey Jesús les ofrece, y no tienen por qué empezar a hacerlo ahora.
En vez de ponerse a experimentar formas alternativas de llenarse, los colosenses también deben recordar que Jesús es un creador con autoridad. Él es el legítimo heredero y gobernante de todo lo creado (Colosenses 1:15). Jesús creó el cielo y la tierra. Jesús creó los poderes políticos y espirituales, y todas las autoridades en el cielo y en la tierra trabajan para él (Colosenses 1:16). Jesús tiene autoridad sobre todos los seres vivos, y su resurrección es prueba de que su autoridad se extiende incluso sobre la muerte (Colosenses 1:18). Jesús es el supremo del universo, y a través de su sangre y su cruz ha unido a su creación, antes alienada, con la plenitud de su poder creador (Colosenses 1:19-20).
Contrariamente a lo que algunos afirman, la plenitud de la autoridad y el poder de Dios se ha ofrecido libremente. Los colosenses ya saben esto, puesto que también saben que solían ser enemigos de Dios (Colosenses 1:21). Saben que Jesús usó su autoridad para cancelar sus traiciones pasadas, y saben que el Espíritu de Dios los ha empoderado plenamente para agradar a Dios (Colosenses 1:22). Esta es la única enseñanza que ofrece plenitud, y es solo al permanecer en esta enseñanza que los colosenses agradarán a Dios (Colosenses 1:23).
¿Dónde está el Evangelio?
Pablo entiende que su primera tarea como apóstol es explicar completamente el mensaje de Jesús (Colosenses 1:24-25); específicamente, la buena noticia de que la plenitud de Dios ahora vive dentro de todas las personas que confían en él (Colosenses 1:27). El trabajo de Pablo es explicar que no hay pasos adicionales, acciones morales o actividades religiosas que nos den más de Dios de lo que tenemos ahora a través de Jesús.
Pablo dice que su segunda tarea está relacionada con la primera, y es alentar a quienes tienen la plenitud de Dios para madurar hacia esa identidad y vivir vidas que agraden a Dios (Colosenses 1:28-29).
Pero esa madurez no se manifiesta según nuestras expectativas. Los maestros colosenses suponían que la verdadera madurez implicaba algo más que simplemente confiar en Jesús. Pero el punto de Pablo en todo el primer capítulo de Colosenses es que no es posible madurar más allá de un Jesús eterno. No puedes ir más allá del Espíritu Santo que vive en ti. Los seguidores de Jesús no maduran más allá del Evangelio.
Como Rey, Jesús ha perdonado nuestros pecados y nos ha dado un reino de luz para gobernar. Como Creador, Jesús ha unido a sus criaturas a la plenitud de su poder creador. Como el Gobernante de la Muerte, otorgó la resurrección. Entonces, sigue el consejo de Pablo: No vayas más allá del Evangelio. En cambio, agradece a Dios de que experimentarás la plenitud de Jesús más profundamente con el paso del tiempo.
Compruébalo tú mismo
Que el Espíritu Santo abra tus ojos para que veas al Dios que nos envió a Jesús. Y que veas a Jesús como quien ha hecho todo lo posible para darnos la plenitud de Dios.