Deuteronomio: 15-16:17

¿Qué está pasando?

Actualmente, Moisés está dando instrucciones a los israelitas sobre cómo obedecer los Diez Mandamientos una vez que entren en la Tierra Prometida y expulsen a los habitantes.

Esta sección parece centrarse más en el cuarto mandamiento: recordar el día de reposo y santificarlo.

Israel descansará cada siete días. Pero hay ritmos más amplios en su calendario que también les ayudan a recordar.

Cada séptimo año es un año sabático. Israel debe liberar a todos los esclavos hebreos y perdonar todas las deudas hebreas (15:2). El propósito de este año sabático es sin duda hacer justicia para los pobres y equidad para el pueblo (15:7), pero Moisés dice que también está sucediendo algo más.

Cuando un israelita libera a un siervo o le perdona una deuda, está promulgando una versión más pequeña de lo que Dios hizo por él en Egipto. Eran esclavos y Dios los liberó. Así, cuando llegue el año sabático, Israel podrá recordar y recrear la libertad que Dios les dio extendiéndola el uno al otro (15:15).

Esto no es lo único en el calendario de Israel aparte del sábado semanal. Hay otros festivales que tienen lugar cada año: la Pascua, la Fiesta de las Semanas y la Fiesta de las Cabañas.

Todos estos festivales, aunque diferentes, tienen el mismo propósito. Moisés lo repite varias veces (16:3). Le recuerdan a Israel que solían ser esclavos en Egipto, pero que Dios los rescató (16:12).

Recordar la gracia de Dios lleva a amar a Dios. Y amar a Dios lleva a obedecer a Dios. En este caso, la obediencia parece tratar con misericordia a los pobres y esclavizados entre ellos, como Dios los trató cuando eran pobres y esclavizados.

¿Dónde está el Evangelio?

Lo mismo ocurre con los cristianos de hoy. Excepto que no estamos llamados a recordar cuando Israel fue esclavizado en Egipto, sino cuando fuimos esclavizados por el pecado y la muerte (Ef 2:1).

Uno de los recordatorios visibles que se nos han dado es la Cena del Señor. En ella, recordamos que el cuerpo y la sangre de Jesús pagaron por nuestros pecados y nos salvaron de la muerte (Lucas 22:19).

Pero ya no celebramos festivales anuales o semanales, porque todos ellos apuntaban a Jesús, quien ahora los ha cumplido (Col 2:17).

Jesús es el último día del descanso sabático porque en él se hace todo el trabajo (Heb 4:9). Jesús es la última Pascua porque en él se ha hecho el último sacrificio necesario (1 Co 5:7).

Podemos descansar constantemente en la obra completa de Jesús día tras día y hora tras hora (Mateo 11:28). Podemos descansar regularmente los sábados simplemente recordando a Jesús y su obra terminada.

Y al recordar cómo éramos esclavos y cómo Jesús nos salvó de la muerte, lo amaremos y lo obedeceremos. Y una de las principales cosas que nos dice que hagamos por amor a él es amar a los pobres y esclavos que nos rodean (Juan 13:34).

Compruébelo usted mismo

Oro para que el Espíritu Santo abra tus ojos para ver al Dios cuya salvación cambia nuestros corazones, y para que veas a Jesús como quien ha provisto la salvación total para crear un pueblo con corazones completamente cambiados.