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Genealogía
En Mateo 1:1-1:17, vemos que Jesús cumple los pactos hechos con Abraham y David como su descendiente prometido.
¿Qué está pasando?
El evangelio de Mateo comienza con una genealogía. Esta genealogía destaca a dos de sus antepasados, el padre Abraham y el rey David (Mateo 1:1). Mediante esta lista de nombres, Mateo demuestra que Jesús es el destinatario directo de todas las promesas y pactos hechos a Abraham y David.
Mateo enumera a cuatro madres en una larga lista de padres e hijos. Son Tamar, Rahab, Ruth y Betsabé. Tamar se hizo pasar por prostituta y se acostó con su suegro (Génesis 38:16). Rahab era prostituta (Josué 2:1). Rut es viuda y extranjera (Rut 1:4). Y Betsabé fue objeto de un escándalo relacionado con el adulterio y el asesinato por parte del propio rey David (2 Samuel 11:2).
Pero hay más. Estrictamente hablando, ninguna de estas mujeres era judía. Rahab, Ruth y Tamar eran gentiles. Betsabé se casó con Urías el hitita y, por lo tanto, formó parte de una familia gentil. ¿Por qué importa esto? Porque hace mucho tiempo, Dios hizo una promesa.
¿Dónde está el Evangelio?
Dios le prometió a Abraham que sus descendientes serían una bendición para todas las naciones de la tierra, no solo para el pueblo judío (Génesis 12:3). Y Jesús, el hijo de Abraham, es quien trae esta bendición mundial.
Jesús también es hijo de David. David fue el rey más grande de Israel. Dios prometió que uno de los descendientes de David vendría y reinaría en su trono para siempre (2 Samuel 7:16). Este rey prometido traería justicia y paz a la tierra como nunca antes (Isaías 9:7). Jesús, el hijo de David, es el gobernante prometido que ha venido.
El tercer título que se le da a Jesús en esta genealogía es el título judío Mesías o Cristo. El Mesías era un líder ungido que liberaría a los judíos (Isaías 61:4). Pero Jesús no liberó a los romanos, como muchos querían. En cambio, murió en una cruz romana para pagar por los pecados del mundo (1 Juan 2:2).
Jesús, el Cristo, es el líder ungido que libera al mundo entero del pecado.
Combinados, estos tres títulos revelan a Jesús como el rey ungido que bendecirá a todas las naciones. Lo que nos puede parecer una larga lista de nombres es una de las declaraciones teológicas más importantes de la Biblia. Porque en él vemos que Jesús completará todo lo que Dios ha estado haciendo hasta este momento.
Compruébelo usted mismo
Que el Espíritu Santo abra tus ojos para ver al Dios que cumple sus promesas y trabaja a lo largo de la historia para sus propósitos. Y que veas a Jesús como el Rey que nos hace libres.